viernes, 18 de noviembre de 2011

Cañas y barro de Vicente Blasco Ibáñez

Vicente Blasco Ibáñez es un escritor para admirar; y Cañas y barro una de sus mejores novelas. El vástago de un mago de la narración, de un hábil y extraordinario contador de historias.

Cañas y barro empezó a publicarse en forma de folletín en 1902. La novela está ambientada en La Albufera valenciana, en una pequeña isla llamada El Palmar. Sus habitantes, el último escalón social dentro de la familia de pescadores y agricultores. Blasco Ibáñez emplea, una vez más, el entorno rural para contar una historia intensa, erótica y de marcada influencia social.

     En esta soberbia novela se cuenta la historia de tres generaciones de una familia: los Paloma. El abuelo, un pescador que continúa la tradición familiar sobreviviendo con los peces que caza en el lago, representa el orgullo del viejo que después de mucha vida consumida comprueba con tristeza y rechazo cómo su mundo se desmorona. El hijo, Tono, es un luchador que se empeña en abrirse camino lejos de las ciénagas de El Palmar, y se convierte en labrador, cambiando el agua por la tierra, aunque ésta sea también un medio hostil. El nieto, Tonet, es sin embargo la decadencia, y su historia de amor con Neleta lo más logrado y emocionante. Los antecedentes sociales y familiares marcarán profundamente la personalidad de los personajes, que han de adaptarse a los cambios sociales que se están produciendo en los momentos en los que viven. Heredero de su época, y de sus maestros naturalistas, Blasco Ibáñez destaca la superioridad de los instintos sexuales de los hombres y reivindica su naturaleza animal.

     Pero el personaje central de Cañas y barro, a mi juicio el más complejo, es Neleta. Una mujer con irresistible atractivo sexual. Amiga de la infancia del holgazán Tonet, se suponía que acabarían formando matrimonio; pero la marcha de éste a la Guerra de Cuba los separó unos años, y Neleta terminó casándose con el viejo Cañamèl, dueño de la taberna de El Palmar, y el hombre más rico de lugar. Sin embargo, a la vuelta de Tonet, Neleta y él mantienen una relación adultera, a escondidas, pues el patrimonio del viejo anda en juego si los descubren. Y aquí Neleta se revela como un ser avaricioso, determinado por la pobreza que ha vivido en su infancia y el hambre que ha pasado. Está empeñada en escapar de la miseria que tanto sufrió a lo largo de su tierna infancia. Se comprenden los motivos de la mujer, con una fuerza arrolladora, y una voluntad inquebrantable, que antepone la fortuna de Cañamèl a los abrazos de Tonet, a pesar de que lo ama.

      Si este obstáculo no fuera importante, la Samaruca, la cuñada del tabernero, los espía con envidia y rencor. Pero la dificultad mayor que tienen que superar es cuando Neleta se queda embarazada de Tonet, justo tras la muerte de Cañamèl, después de que éste dispusiera en su testamento que su esposa perdiera los bienes si conocía a otro hombre. Con lo que el drama se acentúa, y la acción se acelera presentándonos lo que más importa a Blasco Ibáñez: la evolución de las circunstancias de los personajes.

      El estilo, más cuidado que en Sangre y arena, es extraordinario. A pesar de que la historia de Cañas y barro seduce menos que la otra novela hasta el setenta por ciento de la misma, después es muy superior. Tanto que se graban en la memoria imágenes inolvidables, como la de Tonet en medio del lago, sobre una barca y con el niño en brazos, alumbrado tan solo por una luna acusadora.

      Para cerrar con el comentario de esta historia deliciosa, escrita con seductora maestría por la mano de Vicente Blasco Ibáñez, tengo que ofrecer una sugerencia a quien esté dispuesto a acercarse a esta gran novela. Hay que leer Cañas y barro hasta el final, pues el ritmo que imprime el genial escritor valenciano a la narración en el último tercio del relato, haciendo crecer en calidad, intensidad emocional y belleza de imágenes la historia, es una experiencia emocionante que te va atrapando según avanzas. Sin darte cuenta, Cañas y barro te hunde en sus letras mientras lees sin mucha pasión, y, de pronto, como si fueras víctima de un hechizo, te encuentras disfrutando de un drama naturalista regional con historia de amor de fondo que termina marcando.


FICHA
Título: Cañas y barro
Autor: Vicente Blasco Ibáñez
Editorial: Alianza Editorial
Otros: Madrid, 2001, 280 páginas
Precio: 9 €

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