martes, 12 de junio de 2012

Oliver Twist de Charles Dickens

Oliver Twist es la obra más popular de Charles Dickens. La gran capacidad del escritor británico para crear personajes únicos alcanza aquí su mejor resultado. De hecho el libro narra la historia de un niño inolvidable que queda huérfano al nacer y llevará una vida dura mientras persigue su lugar en el mundo. El tema ya había sido tratado en la literatura en obras como El lazarillo o Rinconete y Cortadillo (Cervantes), pero Dickens, que destaca por la piedad con sus personajes buenos y la emotividad de sus tramas, escribe una historia de niños demasiado cruda para ellos.


      La historia de Oliver Twist es de sobras conocida. Un muchacho queda huérfano al nacer y tras ser enviado a un hospicio va progresando abriéndose paso por una Inglaterra despiadada. La vida del pequeño está marcada terriblemente por su orfandad, y es por eso que a través de una vida dura, marchará a Londres para encontrar una oportunidad para ser aceptado por el mundo. Su inocencia le lleva a toparse con Fagin y su banda de delincuentes adolescentes, por la cual Oliver es acogido.  Magníficos son los personajes de Sikes, Nancy o Dawkins, además de Fagin.

      Más allá de la historia y de los personajes, Dickens afila su pluma haciendo una crítica social muy dura atenuada por un humor ácido, negro en ocasiones, y en otras bonachón. Lo primero que el autor muestra con su relato es la hipocresía de una sociedad (aristocrática) que se aprovechaba de una enorme mayoría de la población (pobre). Y en segundo lugar, en un plano más profundo, Dickens trabaja el contraste entre la ciudad y el campo. Londres es una ciudad sucia y maloliente, trazada por callejones oscuros y lleno de rufianes y prostitutas. En este paisaje, la inocencia del joven Oliver es acosada por las sombras de este mundo.

      En este sentido, si la ciudad era el hogar de la delincuencia, los vagabundos y la miseria, el campo (hogar de la clase acomodada de la Inglaterra victoriana) es el refugio de los buenos, el bastión de los valores tradicionales. De hecho, la ayuda que recibe Oliver viene precisamente de personas del mundo rural, salvo alguna ayuda puntual (Nancy) como muestra de que perviven aún sentimientos bondadosos en los corazones de algunas personas de baja condición.

      En relación con lo anterior, el marco de Oliver Twist se desarrolla en pleno siglo XIX, en una fecha en la que Inglaterra era la sociedad triunfante, pero que como toda gloria humana tenía también su lado oscuro de pobreza, abusos coloniales, etc. Sin embargo, no hay que pasar por alto las virtudes y los logros del sistema por el que apostó esta sociedad avanzada: «El hombre, normalmente, siente un innato impulso por mejorar la condición personal. (...) El descenso de la mortalidad infantil constituye uno de los triunfos más conspicuos del capitalismo. ¿Quién negará que este fenómeno ha reducido al menos una de las mayores causas de infelicidad de la gente?» (Ludwig von Mises, La mentalidad anticapitalista, Unión Editorial, 2011, p. 76).

      Después de todo, Oliver Twist es un relato de fondo triste y duro. Pero la piedad de Dickens con sus personajes, en este caso su protagonista, triunfa con un final feliz. Como no podía ser de otra manera en un escritor tan amable hacia sus criaturas, y ¿cómo no ser misericordioso con la más entrañable de éstas? Y es que su talento para narrar unido a su carácter bondadoso, hace de sus obras, historias divertidas y emocionantes. No en vano, y bien merecido (aunque a mí me gusten más otros), Dickens es junto a Shakespeare el escritor anglosajón más importante.

      No me gustaría despedir este comentario sin recomendar la adaptación de la novela que hizo Roman Polanski (2005) para el cine. Impecable en lo formal y con sabiduría escénica, la película nos presenta una adaptación preciosa muy fiel al libro y en sentido estricto convencional. No aparece el hermano secreto de Oliver, ni algunas otras cosas que son dejadas al margen comprensiblemente por el director; bueno, para ser más exactos por el responsable del guión (Ronald Harnwood). Y en fin, no olvidemos a los clásicos, pues aunque estos no sean tema de actualidad sus obras son universales y plenamente vigentes (si no en las circunstancias, sí en lo esencial). Y más aún: Oliver Twist no es una obra cualquiera, porque no hay lector al que el chico y su vida no toquen su corazón.

FICHA
Título: Oliver Twist
Autor: Charles Dickens
Editorial: Alba
Otros: Barcelona, 2004, 512 páginas
Precio:32 €

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