lunes, 22 de septiembre de 2014

Reflexiones en torno a la pintura: El paso de la laguna Estigia de Joachim Patinir

Forzoso parece a estas alturas la eterna elección entre el bien y el mal, como si una fuerza misteriosa nos arrastrara constantemente hacia un pronunciamiento moral.

No hay hombre, presente o pasado, que no haya estado sujeto a tan imperiosa ley, ni civilización que no haya hundido su curiosidad innata en los entresijos que tal decisión entraña.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Comentarios de cine: Líbranos del mal de Scott Derrickson

Tenía razón mi amigo LuisLíbranos del mal es una película que se deja ver. No tiene mucha calidad, pero cumple con creces con lo que se le pide. Transmitir inquietud y terror a partir de una historia creíble. El mayor logro, de lejos, es la atmósfera oscurantista y densa que destila la película. Donde no estoy tan de acuerdo con mi amigo es en que su estilo no sea explícito, o más técnicamente hablando, gore. Pues nada hay aquí de la elegancia de Expediente Warren. La sangre, por ejemplo, es una constante en algunas escenas, y las imágenes ultrarrápidas y muy gráficas que son arrojadas a la cara del espectador no contribuyen precisamente a desenredar la insania en la que se ven envueltas cada vez más nuestras sociedades. Puedo decir por tanto que Líbranos del mal me ha gustado bastante, pero también que no se la recomiendo a nadie.

Aquí vive el horror: La casa maldita de Amityville de Jay Anson

Después de ver la cinta Líbranos del mal me he animado a publicar el comentario que tenía preparado desde hace un año sobre la historia de la famosa casa maldita de Amityville. Cuando leí por entonces Aquí vive el horror, el libro que cuenta estos hechos, me estremecí a la par que cuando leí por primera vez la insuperable obra maestra de William Peter Blatty, El Exorcista. La historia a la que aludo ahora es terrible, y una vez más remite a hechos sobrenaturales -o como gustan en llamarlos ahora, paranormales- que dieron lugar a este libro y a varias producciones de Hollywood. Además, por si fuera poco el drama que rezuma este inmueble, el periodista Jay Anson, autor de este libro, murió poco después de hacer pública la maldición de esta casa. Una historia real que se ha convertido en icono del misterio, y esta obra, en un libro maldito.

viernes, 12 de septiembre de 2014

España, Patrimonio de lo Sagrado: Madrid, sueño que no deja de soñarse

¿Qué tiene Madrid que no tenga ninguna otra ciudad? ¿Por qué cuando ves Madrid sientes que de no haberla visto te hubiera faltado algo importante por mirar? Todas las grandes ciudades pueden compararse a mi modo de ver con bellas mujeres. Madrid, de nuevo según mi parecer, no es una dama inferior a Roma o Nueva York. Quizá porque España es mi casa y Madrid la estancia mejor decorada. No sé qué pensar. No me gustaría vivir en Madrid si tuviera que ganarme la vida de una determinada manera, y a su vez no me importaría vivir en la capital si lo hiciera de otra. Y eso que la diferencia entre barrios puede ser abismal. Creo que la gente me entenderá.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Estado de miedo de Michael Crichton

Hace algunos años ya que ha dejado de ventearse en los medios el cacareado dogma del calentamiento global. Lo cierto es que la monserga ecologista llegó muy lejos. Se recaudaron toneladas de millones de dólares, algunos miserables hicieron su agosto y a la plebe nos calentaron la cabeza con un supuesto cambio climático provocado por el hombre. La estafa fue de órdago. Por eso me hago la siguiente pregunta: ¿Quién se responsabiliza ahora de la campaña de publicidad lanzada en todos los órdenes para asustar a la humanidad, robarle impunemente vía impuestos ecológicos e introducir una noción panteísta de la naturaleza en las conciencias?

Estado de miedo tituló su novela sobre la cuestión que nos ocupa el fallecido Michael Crichton, dando en la diana, como siempre, hasta en el título, pues el escritor de Parque Jurásico y Next, desmonta en clave de ficción el mito del calentamiento global. Un mito que arraigó hasta el punto de ser admitido como dogma por casi todos, pues no había, al menos en España, quien (leáse tonto útil) no hiciera de lorito en su día contra el pretendido calentón global.